miércoles, 28 de octubre de 2009

Entre la soledad ruidosa de las gentes

por Enriqueta Ochoa

Busco un hombre y no sé si sea para amarlo
o para castrarlo con mi angustia.
Tengo hambre de ser
y me siento frente a la ventana
a masticar estrellas
para que este dolor de estómago sea cierto.
La verdad es que duele en los nervios
todo el cuerpo, esta noche, hasta los tuétanos.

En la casa contigua
grita una mujer las glorias de la Biblia
y no conoce a Dios.
Su voz huele a vinagre, a aceite de ricino,
y Dios no huele a eso.
Entre mil olores reconocería el suyo.
Algo que no digiero me ha hecho daño esta tarde.
He visto a otros más humildes que yo.
No quiero reconocerme en ellos.
De tanto huir se me han caído las palabras
Hasta el fondo del miedo, no salen, rebotan dentro como canicas, suenan sordas.
Sin querer, me doy cuenta que me he quedado en la ruina.
Me falta lo mejor antes de irme: el Amor.
Y es tarde para alcanzarlo,
y me resulta falso decir:
― Señor, apóyame en tu corazón,
que tengo ganas de morir madura.
Nadie madura sin el fruto.
El fruto es lo vivido y no lo tengo:
lo busco ya tarde,
entre la soledad ruidosa de las gentes
o en el amor que intento, y doy, y espero,
y que no llega.

sábado, 17 de octubre de 2009

A veces en octubre es lo que pasa

I

A veces en octubre es lo que pasa
el cielo es protector, un lienzo roto
el destello que sorprende la piel en otros brazos,
un nido, un hervor que nos sostiene
y la luz que indeleble se imprime entre los labios

II

estoy dispuesto a disolverme en tu voz como serpiente
y recogerme en tu piel cuando el cielo no despierte
quiero ser el farol sobre tus sienes
el clamor que de tus manos crece
y el aroma de un fruto que al caer se pierde
quiero guardarme en tu garganta como una palabra en alerta
y lleno de inquietud, súbitamente, alumbrar los caminos en que cantas
en las aguas ser corriente y en el aire el calor que emprende
quiero volverme sudor y humedecer tu vientre
grabar en un maguey las nuevas leyes
y brotar de esta tierra como agua o como lava

(inspirado en una historia de la madrugada del 17 de octubre y en una canción de Pedro Guerra)